No pienso más en ti.

Busca los silencios, sientate en tu cama, mira a la ventana y piensa. Piensa porque eso es lo que le hace falta a este país y a la vida; gente que piense pero que piense en lo que los rodea, que piense en cómo enriquecer su entorno y no solo cómo enriquecerse a si misma, la vida es más que nosotros.

Has visto una gota de lluvia al caer? Si bajara sola, si decidiera caer sola no valdría nada, no sería nada; pero si decide caer con aquellos que estan junto a ella logra que su existencia sea notada y temida por muchos, de hecho. No busques caer solo ni subir solo, no estas solo en el mundo y eso debe ser lo que te mueva; tu hermano, tu vecino, tu amigo, tu compañero, tu familia, el desconocido que vive a 200 horas de tu casa, el que te llamo de un número equivocado....ellos deben ser tu motor y no deberías olvidarlo.

Ellos deben ser siempre para ti: "Superheroes que son superheores y mas" porque son "superheroes sin capa ni altar, superheroes que mueren y que saben llorar; supergente tan super real".

" Camilo iba por la calle, la lluvia caía a cántaros y él no tenía resguardo, no lo quería. Tenía claro desde pequeño que lo que caía era agua y no ácido; su madre a la que adoraba de una manera especial siempre le dijo que no temiera y que aún cuando corriera lo que le iba a caer encima era agua, que no dañaba ni dolía; que simple y sencillamente mojaba y eso a él le dió tranquilidad, nunca sufrió la situación de sus compañeros en las que sus madres muertas de miedo corrían de un lado a otro con chaquetas, busos, gorros, paraguas buscando "salvarlos" del ente maligno que era el agua.

Siempre le causó gracia como Pedro, su mejor amigo se enfurecia cuando él decidia caminar y no tomar un colectivo cuando la lluvia empezaba a amenazar con caer; él sabía que lo único que debía hacer era llamar a su madre y decirle sin miedo: "Mamá, me iré caminando, llueve" y su madre respondería: "Esta bien hijo, estaré esperandote".

Le gustaba la lluvia, se sentía libre, sentía que podía gritar, llorar, reír, soñar y que la lluvia subriría todo lo malo, lo llevaría lejos de él y sería más feliz.

Pero cuando creció llegó a una compañia muy importante y se encontró con que el requisito principal para trabajar allí era: "No soñar" y lo único que se le ocurrió fue dejar de caminar bajo la lluvia"